top of page
1.jpg

NUESTRA HISTORIA

street

Hace algunos años tuve la primer gran experiencia de mi vida.

 

—Recorriendo una de las calles de mi ciudad se me acercó un vagabundo al que siempre ayudaba con una dádiva. Me tomó del hombro y me dijo: “¿Podrías acompañarme a una biblioteca para tomar un café y platicar?”

 

—A lo cual admirado asentí que si.

 

De manera que lo seguí y me llevó a unas cuantas cuadras más abajo hasta la puerta de la biblioteca municipal.

 

—Siéntate, muchacho, siéntate, que vuelvo enseguida

 

—Y se dirigió a las estanterías.

 

Pocos minutos después regresó con dos libros y se sentó a mi lado.

—Hay dos cosas que te quiero enseñar, muchacho, dos cosas que no quiero que olvides nunca. ¿Me lo prometes?

—Sí, señor, se lo prometo.

Mi nuevo mentor dijo:


—La primera cosa, joven, es que nunca tienes que juzgar un libro por su portada.

—Sí, señor.

—Porque seguramente piensas que soy un vagabundo. Pero déjame que te cuente un pequeño secreto. Soy uno de los hombres más ricos de Estados Unidos. Vengo del noroeste y poseo todo lo que el dinero puede comprar, automóviles, aviones, casas. Hace un año, alguien a quien yo quería mucho murió, y cuando murió, me puse a reflexionar sobre mi vida y pensé: “Lo tengo todo excepto una experiencia. ¿Qué se sentirá cuando uno no tiene nada, cuando tiene que vivir en la calle?” De manera que me prometí que viajaría por Estados Unidos, de ciudad en ciudad, sin nada, sólo para tener esa experiencia antes de morir. Así que, hijo, no juzgues nunca un libro por su portada, porque te puedes equivocar.

Entonces me tomó la mano derecha y puso sobre ella los dos libros que había traído. Eran las obras de Aristóteles y Platón y dijo, con una intensidad y claridad que no he podido olvidar:

—Aprende a leer, muchacho. Aprende a leer porque sólo hay dos cosas que el mundo nunca te podrá quitar: tu amor y tu sabiduría. Te pueden quitar a tus seres queridos, te pueden quitar el dinero, te lo pueden quitar todo, pero no te podrán quitar tu amor y tu sabiduría. No lo olvides, muchacho.

SABIDURÍA
AMOR
bottom of page